La importancia de los deberes en los servidores públicos
“Trabajar por la comunidad, un compromiso que nos reafirma en nuestra misión de servir".
Servir es un verbo en infinitivo que implica tácitamente la labor de poner al servicio de la comunidad, todo el engranaje y conocimientos propios de un saber especifico en vías del desarrollo y en aras de una labor efectiva, que responda eficazmente a los requerimientos de una comunidad y por ende que satisfaga y de respuesta a las necesidades objeto de la labor administrativa.
Desde esta perspectiva pensar la labor de servicio a la comunidad desde el prisma del Estado en actividades de orden administrativo, nos lleva a reconocer que nuestro servicio no solo cumple una función hacia y por el Estado, sino que se efectiviza en la labor social cuando todo el aparato estatal se pone al servicio de las necesidades de la comunidad, como lo reza el artículo segundo de la Constitución Política de Colombia al definir los fines del Estado y al establecer en el "servicio" toda su estructura axiológica y funcional.
Pero más allá de esta visión estructural del servicio, es necesario e importante pensar los deberes de los servidores públicos desde dos elementos complementarios la 'forma" y el "fondo", si la "forma" del accionar del servicio público es toda la labor funcional dirigida a dar respuestas a la comunidad sobre aspectos y elementos de interés específico, sobre necesidades focalizadas, el "fondo" sería el aspecto ético dirigido a pensar los deberes del servicio público como una fuente inagotable de transparencia y rectitud, en donde no sólo se funda el quehacer del servicio, sino que además se protocoliza y vehículiza la misión administrativa.
Los deberes del servicio público son la sumatoria de actitudes y comportamientos individuales, que definen desde el accionar hacia la comunidad la imagen corporativa y su acercamiento o no al servicio social, por eso la Neutralidad, la Efectividad, el Compromiso, la Diligencia, el Respeto, la debida Información, el Direccionamiento eficaz, la Guía, el Acompañamiento, la Remisión efectiva, el Profesionalismo en las tareas emprendidas y el Dinamismo funcional, se convierten en elementos estructurales del saber social del servidor, no sólo como medio, sino también como fin de toda función administrativa y social.
Los deberes del servidor público dentro de su marco normativo los encontramos explícitamente desarrollados en la ley 734 de 2002, título IV, capítulo II artículo 34, el cual presenta cuarenta (40) deberes en total que definen en un amplio marco de comportamientos los deberes destinados a la función del servicio público, aquí se presentan algunos a saber así:
1. Cumplir y hacer cumplir los deberes.
2. Cumplir con diligencia el servicio encomendado.
3. Formular, decidir oportunamente o ejecutar los planes del desarrollo y los presupuestos.
4. Utilizar los bienes y recursos asignados para el empleo.
5. Custodiar y cuidar la documentación bajo su cargo.
6. Tratar con respeto, imparcialidad y rectitud a las personas.
7. Cumplir las disposiciones que sus superiores jerárquicos adopten.
8. Desempeñar el empleo sin obtener beneficios.
9. Acreditar los requisitos exigidos por la ley para el desempeño del cargo.
10. Realizar personalmente las tareas que le sean asignadas.
El cumplimiento de dichos deberes además de su explicitud en la norma, llevan el sello personal del servidor público, quien desde su individualidad le imprime un valor agregado a su labor y va un poco más allá de lo estipulado en la norma, construyendo una imagen Corporativa que lleva sus principios, su empatía con las gentes y su apertura al cambio y al desarrollo Institucional.
Esta visión del servidor para finalizar, podría decirse como aquel Psicólogo Organizacional Argentino Leonardo Svartein, va más allá de la suma de los servidores públicos, ya que no basta con sumar funciones, hay algo que escapa a la verticalidad de una función, y se instaura en eso agregado y sumado a la función que le imprime el servidor público día a día a su encuentro con el otro, eso precisamente hace que surja el sentido de pertenencia y que cada servidor se convierta en un ala estructural de la Institución que la descifra y enmarca adjetivamente.
"UNA INSTITUCIÓN ES MÁS QUE LA SUMA DE SUS PARTES” , palabras efectivas que nos demuestran que hay algo no instituido en cada función, que precisamente es instituyente de comportamientos y estilos administrativos que reafirman el compromiso con el deber organizacional.
Escrito por:
Gloria Patricia Giraldo
Delegada para la Vigilancia Administrativa